miércoles, octubre 26, 2005

Hola Niño!

Señor, señor! – me dijo el nene… lo mire con cara de pocos amigos… Mil respuestas se me cruzaron por la cabeza; - No ves que tengo walkmans? Cuando un señor escucha la rock&pop con walkmans?, o – Señor es tu papá, que dicho sea de paso vaya a saber cual vecino es… Pero otras cosas pasaron también. Cosas que me hicieron quedar callado. Me acordé de los espacios cada vez mas notorios y brillantes en mi cabeza a los que la gente llama “entradas”. Me acordé de esos pelitos que vinieron a romper con lo oscuro de mi cabeza. Me acordé de la corrida al colectivo y todo lo que me costó buscar el cospel el la riñonera, porque estaba agitado. Señor… Pensé, hace cuanto que me volví señor?
Qué es lo que te vuelve un señor? Dicen que la edad, pero yo no lo creo. Esta maldita cultura te enseña que después del secundario tenes que volverte un señor, o a veces antes. Pero pregunto: no se puede crecer y seguir siendo la misma persona de siempre? Parece que no. Y buscamos un fin de semana, una noche, esperamos que haya poca luz, esperamos estar entre gente que no nos conoce, para tomar algo que nos dé coraje y poder volver a ser el de siempre. Sentirse irresponsable, no sentir culpas. Pero llega el lunes y lamentamos lo que hizo el pequeño irresponsable. A que se le tiene miedo del pequeño yo? Particularmente no tengo nada que envidiarle a mi pequeño yo, porque trato todo el tiempo de tenerlo conmigo. No lo dejo solo, siempre compartimos todo. Es una manera de que siga vivo, y de no volverme el señor que me cuesta un montón volverme.
Propongo que cada uno de nosotros muestre el niño de adentro todo el tiempo. Quiero escuchar argumentos ilógicos pero sin esa carga de intencionalidad de los mayores. Quiero escuchar las risas contagiosas de algún chiste muy tonto. Y al que nos quiera enseñar a crecer, vamos a enseñarle a vivir.
Por ahora es todo…

3 comentarios:

cecilia dijo...

"Había una vez... truz"
¿Te causó gracia? ¿No? Probá contarlo en segundo grado... Los nenes de despanzan de la risa...

"Una cereza se mira al espejo, toda renovada después de un Extreme Makeover, y piensa: "cere-eza?"
¿Te causó gracia? ¿Sí?
¡Eso te vuelve señor! El conocimiento! El decir "ese chiste es re viejo" (el viejo sos vos, pelado)... De todos modos, ser "señor" es tan amplio como ser "humano"... Está bien, hay características que se repiten, como por ejemplo los dos ojos (en el segundo caso) y las canas (en el primer caso)... Pero se puede ser "señor" y "señora" de todas las formas posibles... ¡Incluso siendo medio niño!

---
Nathan - (traducido y subtitulado) Vos sos una adulta?
Yo - Parezco adulta?
Nathan - No, parecés una nena.
Yo - Bueno, pero sí, sí soy adulta... creo
Nathan - Pero no parecés...

(los niños son petizos y no ven que en la corona del cráneo se me puede ver la piel y las marquitas que dejaron la varicela de mis 11 años)

Juan Pablo C dijo...

Esos chistes me hacen acordar a todo lo que me rei cuando era chico... y mejor aun, repetir el chiste en otro lado y provocar sonrisas, me hizo muy feliz. Los escucho ahora y sé que siempre me van a hacer reir, aunque sea lo suficientemente "señor" para disimular la risa por miedo a pasar por idiota. Alegre e idiota, prefiero al niño...

Anónimo dijo...

El problema está en que la nostalgia te agobia... sino no escribirías tristezas. (te cagué papá)
el yoMatías... (para recordarte las miserias, siempre)