El asado me hace pensar! (boludeces)

Nos pasamos la vida tratando de llegar a ser lo que nunca se puede ser. O de tener todo eso que queremos pero no sabemos exactamente para qué. Y si uno mira con mucho cuidado, no hace falta tanto. Porque si uno se detiene un par de minutos se da cuenta que vivir, solamente vivir, exige mucho esfuerzo. El hecho de mantenerse en mínimas condiciones o de realizar alguna actividad es todo un trabajo. Porque la vida es una catarata de acontecimientos únicos, y generalmente se tornan complicados. O no se preguntaron porqué el colectivo tiene que estarse yendo justo cuando uno esta a veinte metros de la parada. O cuando ese cajero a donde uno nunca vio a nadie, el día que necesita hacer alguna extracción de urgencia de seguro hay más de cinco personas. Planear un día de campo con mucho tiempo de anticipación es un motivo justo para que se arme una gran tormenta y ese día llueva como nunca. Ni hablar de la gripe con la que uno sueña en época de trabajo o estudio para pasarse dos días en cama descansando, y aparece ni bien empiezan las vacaciones. Y la del lavado del auto es típica; terminas de secar la última rueda y cae la primera gota, y si tenés suerte no se levanta viento con tierra. La tecnología también nos juega malas pasadas. O nunca se les corto la luz cuando necesitan imprimir ese trabajo al que le dedicaron muchísimo tiempo, y no les queda más plazo para la entrega. La variante al corte de luz puede ser que se te termina la tinta justo en ese momento. La luz también se suele cortar cuando uno se dejó estar con los estudios y esa noche se va a quedar despierto a estudiar toda la noche. La frase célebre esa que dice “cuando llueva sopa a mi me va a agarrar con un tenedor en la mano” es gracioso pero es cierto. Pero que es lo interesante de todo eso? Que acá estamos, riéndonos de todo eso. Y nada de eso puede contra nuestras ganas de seguir superando todas las trabitas que se cruzan. Porqué? Porque sabemos que son escalones, y escalón a escalón vamos a llegar alto. Pero tené en cuenta que allá arriba vamos a estar solamente los que trepamos por nuestra cuenta. Ahí no hay lugar para los que se hicieron llevar…
Te espero arriba!