Y me preguntás porqué sonrio...

Otro sábado a la noche. Otro sábado donde me gana el sueño, pero esta vez planifico. Tengo dos peliculas para ver con ELLA pero si me quedo a verlas ahora, a la noche, probablemente me duerma, y me despierte a la hora que ya terminaron y me tenga que volver a casa medio dormido, manejando, con todo el peligro que eso supone. Y si además le sumo que llego despabilado a casa, y me termino durmiendo a las 4 de la mañana... Y mañana tengo que almorzar con ELLA... Es una buena decisión irme ya a casa, acostarme, descansar, y mañana aprovechar todo el dia con la mayoria de mis sentidos bien activos. Me despido, pero ese Grido tiene la ubicacion justa; como negarme a un helado justo a 20 metros de mi casa? Despues de sacarme el antojo, me acuesto a ver alguna peli que tengo en la máquina. No sé bien a que hora me duermo, pero todavía no debe ser la 1 de la madrugada. Estoy solo, la ventana abierta deja entrar la poca brisa fresca que corre esta noche. De fondo se siente todo el ruido de una noche de sábado a 20 metros de la ruta 20. Es constante pero bajo y muy común para mi. No me molesta. Entonces duermo. Duermo hasta que comieza a gritar. El grito viene del patio, justo a donde se asoma mi ventana. Intento escucharlo tratando de descubrir que es, pero sin abrir los ojos y rogando que pare. Este es constante, intermitente. No para y abro los ojos. Sigue, sigue... Me siento en la cama y miro con temor al patio pero no veo nada. 3:35 dice mi despertador ayudado con su pequeña luz. El grito va tomando forma de alarido electrico, y yo, sin saber si es un plato volador u otra maldita gata acompañada en mi techo, me voy despabildando. Me asomo al patio y descubro que no viene de allí. Decido caminar por la casa y a medida que voy hacia el living, que dá a la calle del frente, el grito aumenta su volumen. Miro entre las persianas y compruebo que la bestia, ademas de gritar, emite luces. Recordé dos palabras que me podian ayudar en ese momento: "teléfono, casa, casa, teléfono!". Pero el sueño siguió desapareciendo y logre ver que la bestia era un Suzuki Swift al que se le habia disparado la alarma, y al que además estaba piloteado por una mujer que no tenia ni idea qué hacer cuando la alarma no respondía. Y su acompañante, tambien femenina, no aportaba ideas. Treinta segundos miré por la ventana. Tenía que proceder pero no sabía como. Pensé en dejar todo asi pero yo quería dormir y la alarma no paraba de gritar. Además me aterra la idea de que alguien puede estar necesitando ayuda y ninguno de los vecinos hace nada. Me vestí, tomé la llave en una mano, una linternita en la otra y salí. "Qué paso?" "uy, perdoná flaco, estabas durmiendo?" "(no, estaba con todas las luces apagadas porque me gusta ahorrar!) Si, estaba durmiendo" "La alarma se puso loca, y no encontramos el zzzzz del zzzzz con zzzzz" "pará, para que no escucho nada!!" me apuré a buscar la maldita bocina y le desconecte un cable; el ruido se terminó. Las luces seguian parpadeando. "A ver, pará..." Busque una pinza que sirvió para desconectar la batería. Las luces cesaron. Conecté de nuevo la batería y ya las luces no parpadeaban ni sonaba la alarma. "Probá de poner la alarma", pero la alarma no funcionaba bien. Comenzo a hacer ruido y a destellar de nuevo. De vuelta a desconectar todo. "Somos de acá cerca, mejor lo cierro bien y lo dejo para que mañana mi marido lo arregle" "quien me mandará a traerlas a comprar helado..." "che, invitenlé un helado al flaco..." "no, gracias, solamente quiero dormir..." "lo empujamos hasta la esquina?" "y bue..." "chau, muchisimas gracias" "de nada, cuidensé"
Guau, y se fueron. Y eran tres, porque la tercera llegó despues. Y se siente de lindo... No sé muy bien que es lo que me movió a dar una mano. Pero creo que es sencillamente asi: si algún dia me pasa a mi, me ayudaría mucho una mano. La policia no vino y apuesto que los vecinos miraban todos por la ventana... Y es la pequeña diferencia que nos separa de ellos, porque yo se que estoy rodeado por gente dispuesta a dar las dos manos, los brazos y hasta los hombros sin esperar nada a cambio. Cuando pienses que no se puede hacer nada porque la gente perdió la solidaridad, recuperala y que la cosa empiece por vos. Si todos procedemos asi, vas a ver que lindo lo que se va a formar.
Y aca estoy, son las cinco menos diez. Estoy mas despabilado que nunca, escribiendo, pero con una gran sonrisa en mi cara.

Otro gran motivo para sonreir, felices 5 años y 8 meses. A ELLA.