Lo peor de todo es que solo es una letra!

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Son las siete de la tarde de un viernes primaveral en Córdoba. Horario en que gran parte de la masa que habita la ciudad se dispone a volver a su casa despues de un arduo dia de trabajo; despues de una semana dura de trabajo. Yo elegí ese momento de la historia para volver de no sé donde, pero si por donde. Cruzar por Plaza España para regresar a mi casa. Todo va lento, pero bien, hasta que, quien sabe porqué; si por temperatura, combustible, presion de aceite o electricidad (y esa es toda mi nocion de mecanica) mi auto falla y se para. Yo, que se que tengo 25 autos adelante que ya arrancaron, y otros 25 atras que estan esperando que avance para arrancar, conservo la calma porque esas cosas no me ponen nervioso. Sé que le puede pasar a cualquiera, y en ese momento voy a tenerle paciencia. De repente, ocurre: PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Irritante, las bocinas se escuchan. Instintivamente reacciono; ¡anda a tocarle bocina a tu vieja!
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Estoy contemplando una verde pradera. Algo parecido a lo que Tolkien ubiera imaginado para alguna de sus historias. Verde virgen, con florecitas chiquitas rojas y amarillas. Una jinete muy hermosa y sensual me invita a galopar a caballo por ese enorme bosque que no tiene fin. El olor a naturaleza llena mis pulmones. Experimento sentimientos inigualables de felicidad, de placer. De repente, ocurre: TI TI TI TI, TI TI TI TI, TI TI TI TI mientras progresivamente aumenta su volúmen. Maldito despertador. La felicidad de mi sueño cambio por un odio terrible al control del tiempo, y sobre todo al aparatito desagradable...
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Sabado por la tarde. Termine de trabajar al mediodía, luego almorcé, y curiosamente pude terminar con esas pequeñas cosas que me quedaban por hacer en casa. Me bañé y en este momento estoy disfrutando del clima fresco realmente agradable. Descalzo, prendo la tele y encuentro esa pelicula que hace tiempo quería ver. El sabado se volvió ideal. Lo planifico en diez segundos. Ya se como va a empezar y como va a terminar. Mi paraiso ideal sería mas a menos así... En ese momento, sucede: RIIIIIIING, RIIIIIIIING. ¿hola?¿me buscarias? Y despues vamos hasta bla bla bla... El resto de la frase la interpreto con el veinte por ciento de mi capacidad intelectual. El ochenta restante me está diciendo: ¿por que no desconectaste el maldito telefono?
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Es un lunes como muchos otros. Anoche me logré dormir cerca de las tres de la madrugada y hoy me levante como de costumbre a las cinco. Mis apenas dos horas de mal dormir no me sirvieron, asi que estoy terminando de comer algo con el unico afán de pasar del comedor a mi hermosa camita. En realidad hace desde las cinco de la mañana que estoy planificando y disfrutando de la hermosa siesta que voy a dormir. Muerdo el ultimo bocado. Automaticamente levanto el plato, cubiertos, vaso, jarra y todo lo que quedaba en la mesa. Lo dejo en su lugar. Voy al baño, me cepillo los dientes, me saco la ropa, abro la cama. Meto el pie izquierdo. Justo en el momento que estoy metiendo el derecho y tapandome con la sábana, ocurre: TRIIIIIIIIIIN. Hola! Pasaba por aca un rato, para tomar unos mates! no estas haciendo nada, no? -No, pasá...
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Anoche pude darme cuenta cual es la letra mas fea del alfabeto. Y no es casual! Hay una especie de conspiracion psicológica que lo lleva a uno a odiarla. Es irritante, inoportuna... Llega para despertarnos el odio y la ira. En realidad no se si fue anoche, o esta mañana. Pero eran las cuatro y media de la madrugada; noche para muchos y mañana para otros tantos. Alguien simplemente pasó por el edificio y le dió al timbre sin asco: TRRRIIIIIIIIIIIIIIN.

Si me entero quien sos, lo vas a lamentar.