Llegando tarde a los festejos...

Increíble! Acabo de notar que el pasado 26 de Octubre mi Blog cumplió dos años. Y dos años no es joda… Hay muchos de los seres vivos con los que uno frecuenta que no llegan a vivir dos años. Dos años son setecientos treinta días; se pusieron a pensar todas las cosas que pueden pasar en setecientos treinta días?

Y con respecto al paso del tiempo, me preguntaba… ¿Qué le están dando de comer a los relojes? Hace unos días pensaba, y me daba cuenta que el tiempo va mas rápido a medida que voy creciendo. El año pasado a esta altura estaba diciendo “qué bárbaro! Ya se fue el 2006!” y hoy no puedo creer que el 2007 también esté muriendo. Los días serán mas cortos o uno tiene mas actividad para llenar sus días? No lo sé. Lo que sí se es que me parece que desde hace nueve años más o menos (prácticamente desde que terminé el secundario) y a medida que voy “organizando” mis actividades, el tiempo me condiciona. Y a las 6 de la mañana “tengo que trabajar”, y a las 15 “tengo que ir a almorzar”, y a las 18 “tengo clases”, y a las 20:30 “tengo que ir a jugar básquet”, y a las 11 “tengo que dormir”. Y estoy tan pendiente en cumplir con lo que el reloj me dice que perdí mi creatividad y mi posibilidad de “improvisación”. Esa improvisación que me dio tantas alegrías de más chico. Esas ganas espontáneas de hacer algo, y hacerlo. Y volverme de a poco eso que tanto me aterraba de pequeño…

Como se hace para ser grande haciendo cosas de chico? A veces me gustaría sacarme este disfraz de adulto que tengo puesto y salir a jugar al ring raje.