martes, abril 14, 2009

Chocando una pared común...

Qué raros que somos. Los que me conocen personalmente, o también por mi blog, se habrán dado cuenta que reniego bastante con las empresas grandes: esas que se quedan con buena parte del sueldo de todos: Teléfono, cable, celular, Internet… Ellas, sin importar la calidad del servicio que brindan, te cobran como si fuera el mejor. Lo cierto es que en muchas ocasiones es el único que podemos recibir. Algunos estamos condenados a recibir Internet de UNA empresa, lo mismo que cable o telefonía fija.
Más allá de las empresas, que tuvieron alguna vez el permiso para moverse de la manera que lo hacen de parte de algún gobierno que supo hacer la vista gorda o mejor dicho, el bolsillo fue lo que quedó gordo, lo que veo raro son las actitudes de la gente. Y hablo de la gente como uno. Es tan triste ver que todos los usuarios sufren exactamente lo mismo cuando se tienen que comunicar con el Servicio de Atención al Cliente. Y somos muchos los usuarios, y somos más si contamos que la atención telefónica de cualquiera de esas empresas funciona igual. Porque si es para reclamos, siempre están todos los operadores ocupados, te hacen dejar el numero de teléfono, y después se van a comunicar ELLOS con uno (que rara vez sucede). Pero si llamamos para comprar un producto nuevo, atienden ahí nomas, sin hacernos esperar nada. Y todos sufrimos lo mismo. Y es frustrante. Y te ponen en espera para “ver el sistema” y te cortan, y hay que llamar de nuevo y explicar todo de nuevo al otro operador, si tenemos la suerte de que nos atiendan. Y así pasa el tiempo, y los días, y aparece una nueva factura a pagar, a la que no podemos atrasarnos en el pago porque corremos el riesgo de quedarnos sin servicio. Y te dicen eso como si uno se estuviera perdiendo de algo milagroso, pero si uno piensa un segundo se dá cuenta que se está apurando para pagar un servicio que anda mal o que simplemente no tiene.
Y yo me pregunto: si todos somos víctimas de ellos, no podremos hacer la fuerza necesaria para que dejen de tomarle el pelo a uno? Pero no. Porque somos tan individualistas que si me ofrecieron cobrarme la próxima factura al 50%, lo acepto, por más que sé que el servicio va a seguir siendo malo o no va a andar, y poco me importa que haya millones de personas con el mismo problema, o que yo vuelva a tener el mismo problema más adelante.
Quiero terminar este pequeño texto con una frase que leí de Libertad, la amiga de Mafalda, ambas creaciones del magnífico Quino:

“Una pulga no puede parar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista”.

3 comentarios:

Lobito dijo...

La verdad compañero es que a veces, aunque sea una sola vez, me gustaría dejar de ser una pulga... Para pararme al frente de estos gigantes y por lo menos darle un buen "correctivo", como dicen los abuelos...

De todas maneras, existen organizaciones, como "Defensa del consumidor", el Ente Regulador de Servicios Publicos (ERSEP), o el mal llamado "Defensor del Pueblo", etc; los cuales supuestamente están para solucionarnos estos problemas para que no se nos ocurran cosas como incendiar Telefónica o la base de Arnet.

Espero que en algún momento te conecten internet en tu casa y te dejen de caer facturas de servicios que no se están prestando...

Saludos

xxyoMatiasxx dijo...

Creo que nos tendremos que juntar a discutir sobre este problema.

¿Cuándo y a qué hora?


M.

Fashion Watch dijo...

Scherzando, si può fare, in linea con i poveri mi tirare la cosa, on-off scoppiatag heuer calibre