A veces creo que soy pesado. Ojo; a veces soy pesado, sin duda. Pero hay algunos temas con los que soy recurrente y, en consecuencia, pesado. Mi problema con las empresas grandes que prestan servicios como las telefónicas y las de Internet, han sido por un buen tiempo las que recibieron más posteos. No solo en este blog; también en diarios, foros, etc. Creo que se entiende mi molestia: es la segunda vez en mi corta experiencia de bancar servicios que me hacen esperar más de cuatro meses para tenerlos. Pero hoy es distinto; porque hoy ya no me quejo. Hoy ya tengo teléfono e Internet, y hasta mi celular pasado a tarjeta. Tengo además la cabeza sin el cansancio de los servicios de atención al cliente. Es por ello que me gustaría contar qué realmente significa NO TENER TELÉFONO FIJO NI INTERNET. Y no hablo de cosas básicas como “hablar con mi mamá” o “ver quien es el director de Forest Gump”. Paso a describir unas cuantas situaciones para que entiendan el motivo de mi desesperación.
Situación 1.
Pelea en casa. Una vez más, y como gran parte de las parejas, discutimos. La habitación explota de ruido de gritos y en el momento que parece que las cosas van a empezar a volar por los aires, tomo una desición para calmar los ánimos. Me paro firme y digo:
- Mirá, me hartaste. No vale la pena seguir peleando! ¡¡¡Me voy a la mierda!!!
- A donde te vas a ir ahora??!!
- Qué se yo! Por ahí, ¡¡¡porque no aguanto más seguir acá!!!
Y sin dar lugar a ningún “pero”, agarro las zapatillas, el pantalón, las medias, y salgo enojado para el comedor. Nuestro departamento es chico. Tiene comedor, habitación, y baño.
Me calzo el pantalón y empiezo a ponerme las medias. Después que calcé la primer zapatilla, noto que afuera llovizna. Con una sola zapatilla me acerco al balcón y compruebo que es un poco más que llovizna: Afuera llueve. Todo el valor con el que amenacé la salida se esfumó con las condiciones climáticas.
Este es el primer caso donde Internet se vuelve fundamental. Si uno tuviera Internet, en silencio se pone a webear y se tranquiliza, mientras la “otra” está en la habitación sin saber si uno salió, a donde fue, y cuando volverá. La ausencia de Internet provoca que uno, con el rabo entre las piernas, tenga que volver a la pieza con cara de “sigo enculado”, pero usando frases como “puedo prender la tele?” y “haceme un lugarcito en la cama”. Situación frustrante si las hay. Y todo porque no hay Internet.
Situación 2.
El aniversario de novios se acerca. Una semana antes, analizamos a donde vamos a ir a cenar el viernes a la noche, a modo de festejo. Después de debatir, consensuamos y decidimos ir a X lugar. Ese lugar, como toda buena elección, requiere hacer reserva. Así que, como no tenemos teléfono, es mi obligación reservar desde el trabajo. Tengo una semana para hacer la reserva. El lunes me olvido, porque me olvido. El martes salgo de casa intimidado por el reto recibido a la noche; esta vez no puedo olvidarme. El día en el trabajo se complica; vuelvo tarde, y por segunda vez me olvido. Multiplicamos los retos del día anterior por dos y calladito los recibo. Ella tiene razón, aunque yo también las tenga. Cuando lo olvido por tercera vez, se desencadena el litigio:
- Ves que no se te puede pedir nada?! Ves?!
(tiene razón)
- Bueno, che! Mañana llamo!
- Eso venís diciendo desde el domingo!
- Bueno… Mañana llamo…
- Claro, y yo tengo que creerte..!
Y como a toda persona masculina, aunque los retos sean merecidos no hace falta extenderlos más de cinco minutos. Pasado ese tiempo nos irritamos los dos y la “conversación” se transforma en “discusión”
- Siempre lo mismo! Una llamada de mierda y no la podés hacer!!
- Bueno, basta!
- Qué basta ni basta! Es la última vez que te pido que llames, porque…
Y en ese momento digo las palabras mágicas:
- Pero porqué no llamás vos y me dejás de joder…
…
Piensa rápido y me devuelve el golpe donde más me duele
- Si, dejame. Llamo yo! Llevame a la casa de mi mamá así llamo..!
Ahí me doy cuenta del error de mi última frase. Lo que se podía resumir con un papelito metido en la nariz que dijera “llamar al restaurant X”, se volvió en una visita indeseada a la hora indeseada a la persona indeseada. Entrar ahí en estas condiciones se asemeja a la entrada del correcaminos a un salón repleto de coyotes. Y el correcaminos sería yo. Una vez más, se entorpece una situación cotidiana que se podría haber resumido con un llamado telefónico en el momento del acuerdo inicial. Una vez más me volví víctima de una multinacional.
Como esas dos situaciones, existen miles. Resulta extraño, pero no creo que la gente de “atención al cliente” pudiera dejar un registro escrito en su sistema detallando cada suceso. Pero si pasan por este blog y leen, sepan hasta donde puede llegar una demora en el servicio.
lunes, abril 20, 2009
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8 comentarios:
Me alegraste la mañana culiado!!! como me cague de risa con los dialogos!!!! (SIN OFENDER A NADIE!!) esto es un blog y se toma como blog!!!
Ahora viene la pregunta del millon.....la participante lee estas cosas?
ABRAZO!!!
La participante lee estas cosas muuuuuuuuuy de vez en cuando. Y... pareciera que lo único que hacemos Juampy y yo es pelearnos, tratarnos mal, discutir y demás... pero si fuera así... podríamos haber estado 9 años y 1 mes de novios (hoy es un nuevo cumplemes)????
Leti
Exacto! Esas discusiones no son nada al lado de todo lo hermoso que tiene mi pareja, che!!
El tema es que como atrae más el litigio, publico litigios. Pero si están interesados en leer de lo otro, lo publico! Eso sí: preparensé para leer eeh?
Felicitaciones chicos!!.
abrazos primo hacia mucho q no visitaba tu blog.
Ceci
Felicidades por el cumplemes! y bueno, todos tenemos nuestros rayes todos los dias, el ser humano perfecto no existe y si existiera se moriria solo!
Asi que sigan como vienen y hablen mucho de todo! (no de todos eh?? eso ya es chusmerio!!)
Besos
Ahhh me olvidaba para cuando se casan?? ya estamos en fecha no?? :-P
besos.
Llegue por casaualidad y me siento indentificado. Pero doy batalla a las multinacionales. Nada de defensa al consumidor, cuando algo te jode de ellas direcot a la CNC http://www.cnc.gov.ar/
en el acto intervienen por vos y los telefonicos o afines se tienen que poner para arreglarla enseguida.
No es cuestion hermano que andemos rescindiendo comodidades por que unos hijos de mil... no trabajan como deberían.
Un abrazo y saludos desde Mendoza.
Jajajajaja
jajajajaja
"La persona indeseable" jajaja
jajajajaja
jajajajaja
jajajajaja
Eso ganas por discutir en calzoncillos:
"...Me calzo el pantalón y empiezo a ponerme las medias..." jajaja
Que vas a hacer loco, las mujeres son así... Pero qué bueno q hayan aprendido a entenderse y a aceptarse. Sos mi ídolo papá!!!
Saludos
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