lunes, mayo 04, 2009

Benjamin Button, un poroto

Áy, ay, ayyyy… Qué bueno que puedo reirme de mis dolores… Me duele la espalda. Me pasa eso desde el sábado a la noche, cuando estuve parado como seis horas para ver a 2 Minutos. Conocen 2 Minutos? Es esa banda de punk rock nacional grosa. Nunca había estado en un festival punk. Y después de estar ahí, supongo que no voy a estar nunca más. Si, ya sé; “para que vas, entonces!”. Y… un poco por curiosidad y otro poco mayor por la revista. Ah, sí! Estoy participando en una muy linda revista digital. Obviamente, ahí parezco serio y escribo cosas que parecen coherentes. Pero volviendo al festival, tuve que cubrirlo para escribir sobre eso y así acompañar unas muy buenas fotos que sacó Ramiro. Y cuando digo que no creo volver a 2 Minutos es porque no me pareció agradable. En realidad nunca había experimentado ver a un grupo de gente que se emocione demasiado con algo, y se descargue pegándole al que tiene a su lado. Bueno, ahora imagínense a 300 emocionados dentro de un pequeño galponcito. De terror, eh? Bueno, ahora sumenlé a eso, unos 100 tipos escupiendo a los músicos. Asqueroso? Ahora piensen en músicos alegres con la saliva del publico en su ropa, menos el guitarrista, claro; Él estaba en cuero… Bueno, pero hablábamos de mi dolor de espalda. Aun me duele, y junto con el zumbido que tengo en el oído, me molesta un poco. Ayer solo deseaba un fin de semana para pasarme en una cama, viendo un par de películas. Que jodita cuando los deseos son esos… Más la acumulación de dolores, denota claramente que se te cayeron todos los años juntos. El sábado una amiga me decía “eso es de viejo”, cuando le contaba que si salía en auto no tomaba una gota de alcohol. Yo le explicaba mi teoría de el toquecito al otro auto y la pipeta del alcoholímetro dando positivo: eso te da todas las de perder. Pero ella insistió: “pensar esas cosas, es de viejo”.
Recién ayer pude hacer algo de fiaca. Recostado me puse a pensar en la frase con que mi amiga intentaba convencerme. Y lo más triste de la historia es que si hace 5 años me querías hacer tomar algo antes de manejar, te iba a contestar lo mismo. Entonces, esas palabras que la gente por ahí usa como para “despertarte” a la vida, conmigo no funcionan. Pienso que puede ser porque lo mío pasa por algunas ideas, medias cuadradas para el gusto de algunos, pero bastante coherentes para mí, que no pienso cambiar por el hecho de que otra persona me quiera contagiar sus malos hábitos. Y si me pusiera a discutir sobre las cosas que hago o dejo de hacer, probablemente me sumaría solo una culada de años. Eso, descontando obviamente las canas que se asoman por mi cabeza donde todavía crece pelo, por cierto, como así también mi estado físico que probablemente sea similar al del Papa Benedicto. ¿Pero saben qué? Sigo haciendo lo que me gusta. “Hago lo que se me canta”, y no le tengo miedo al paso del tiempo porque yo lo manejo a él, y no él a mi, como a mucha gente; estoy orgulloso de cada día que me despierto y brindo por eso. Porque creo que el mejor momento para vivir la vida es cuando uno está vivo. Después de eso, se vuelve imposible.
Así que ténganlo en cuenta: Si les preocupa mi actitud y lo que hago no se corresponde con lo que la mayoría haría, sépanlo: YO NACÍ VIEJO.

1 comentario:

Marcos dijo...

Ohh yeahhh baby!!!!
Por el culo con lo que dicen los demas!
Por el culo con todo!!!
ves? al final fuiste al recital correcto!!
ANARQUIA!!!!!!!
ABRAZO.