Ayer me quedé mirando la rueda del auto… Lo noté de lejos cuando cargaba GNC. Se le desprendía como un hilo; “Se me está rompiendo la cubierta”, pensé… Y me acerqué. Miré. Y automáticamente llegó un momento que dejé de acercarle la cara para retirarla de golpe. Fue justo el instante que advertí que el hilo formaba parte de algo que en algún momento tuvo patitas. El hilo era una especie de nervio, y justo a su lado, asomaba por uno de los huecos de la llanta un pedazo de tripa, y mas allá un pedazo de piel. Parecía gato, pero también rata, pero de seguro no era perro. El muchacho de la estación de servicio no pudo contra su curiosidad y miró. “Ahh! Que te agarraste?!”. “No se, no sé” repetía mientras contenía una arcada. Ante nuestro alboroto se acercó Romina, la chica de la playa. “Qué es eso?!, que pisaste? Mataste un animalito…? Asesino…!”. Y yo que me estaba poniendo verde de asco, me había convertido en Jack el Destripador en menos de treinta segundo. “No, no… yo no lo maté, pero si quieren ADN, hacemos ADN…”. Por suerte terminó la carga y pude subirme al auto e irme de ese lugar, frete a la mirada acusadora de todos. De algo estaba totalmente seguro: Lo que fuera, yo NO lo había matado. De seguro alguien se habría encargado de ello y habría dejado el cadáver tirado por ahí para compartir su culpa. Pero a medida que pensaba en la rueda del auto, se me pasaba el asco y me llegaba la preocupación: Como haría para sacar eso de ahí?. Porque si con el auto en movimiento no se había caído, de alguna forma habría que sacarlo. Y por un instante me imaginé tomándolo con las manos, tirando para afuera. Y me puse verde de nuevo. Pero había que pensarlo menos y hacerlo. Entones vi a mi salvadora; las madres siempre están para socorrerlo a uno. Si, y no piensen mal. No le delegué el “trabajo sucio”, sino que aproveché que estaba volteando ramitas secas del árbol de la calle, y le robé una. Me volví a un sector del barrio donde al menos creo que nadie me conoce. Estacioné y empecé a escarbar. Me puse verde de nuevo, pero saqué lo que estaba fuera de lugar. Tiré el palito, me subí al auto y me fui. Pero ahora que todo lo mas duro pasó, estaba pensando en la criatura. Que era? Gato? Ratón? En fin; si a alguien le falta la mascota, sepa que una patita y algo de tripas están en calle Alianza al 2900.
AJJJJJJJJJJJJ!!!
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