martes, febrero 26, 2008

Estar abajo me dá mas placer...

Los tubos fluorescentes de la casa de mi mamá, estaban acercándose a los 25 años de vida. Esta claro que varias veces se cambiaron, porque vieron como se agotan esos malditos. Pero últimamente pasaba que duraban muy poco. Los arrancadores duraban menos. Seguro, cada dos semanas, el comedor quedaba en penumbras… Era muy feo llegar y no saber si estaba charlando con mi mamá o con mi papá. Encima, ambientes viejos, grandes, y altos, que necesitan mucha iluminación para que se vea algo… Así que le propuse a mi mamá que comprara algo para reemplazar los tubos, y yo como buen hijo que soy se los colocaría… Como nunca, no tardaron nada en ir y elegir cuatro lámparas medias rústicas para poner, y ni bien las tuvieron, me llamaron. Como yo cumplo mis promesas (al menos trato), ahí fui. La verdad, hicieron muy buena elección. Muy lindas las lámparas, y yo, con toda una tarde por delante, puse manos a la obra y empecé a armar todo. El detalle se presentó cuando coloqué la escalera debajo de el primer tubo para empezar a desarmar… Malditas escaleras y malditos diseñadores de escaleras. Si uno tiene que llegar a tres metros y medio de altura, ¿Por qué la escalera tiene que tener 2 metros? Así que subí, con mas de medio cuerpo al abismo, los brazos levantados y sudando grueso. No se imaginan el sufrimiento que pasé ayer! Ah, nunca les había contado de mi temor a las alturas? Digamos que no es a las alturas. Es a estar elevado del suelo sin poder agarrarme de nada con las manos. Al menos con una! Sigo insistiendo que el lugar mas seguro para estar es en el suelo firme. Ese es el tipo de cosas que vuelven a un Hombre en un cagoncito tremendo… Al menos esas cosas me pueden… Conclusión: Las lámparas quedaron hermosas. Puse las cuatro y pude afirmarlas bien. Después conecté la energía eléctrica y nada explotó. Creo que puedo decir que hice un buen trabajo y lo mejor de todo es que no lo vencí, pero enfrenté una de mis limitaciones. Así que ya saben; si hay que hacer una mudanza, vamos. Si hay que blanquear paredes, vamos. Si hay que limpiar, arreglar, o hacer cualquier tarea, vamos, avísenme. Pero por favor, escaleras no, escaleras noooo!

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