Situación 1: Taxi de vuelta a casa, sábado al mediodía, Vélez Sársfield y Dean Funes.
Nos sentamos e indico al chofer: -San José de Calazans pasando San Juan. El móvil arranca, pero dudo si la indicación llegó correcta. La radio LV3 está muy fuerte, y el locutor pareciera que grita. Lo que no noté es que el conductor está fumando. Leticia, entre indignación y malestar, sentencia: -Disculpe, ¿puede bajar el volumen y apagar el cigarrillo?. Ahí advierto el hilo de humo saliendo de su mano, y el cigarrillo. El conductor rápidamente cambia el cigarrillo hacia la mano izquierda, mientras con la derecha baja el volumen, sin decir nada. Saca mano y el cigarrillo por la ventanilla y continúa la marcha. Se detiene en el primer semáforo en rojo, y el humo empieza a retornar de afuera hacia adentro. Esta vez soy yo el que insiste: -Perdón, ¿puede apagar el cigarrillo? En una maniobra rápida que él supone que no advertimos, baja aun más su mano y simulando sorpresa, pregunta: -¿Cuál cigarrillo? Una mezcla de indignación y nervios me invade. Me resulta violento que una persona me mienta descaradamente en la cara, y encima me discuta. –Está fumando- le digo en un tono algo más elevado. –¿Fumando?- dice, y agrega: -¡Yo nunca fumo mientras trabajo!. Y en un movimiento sincronizado suelta el cigarrillo, mete la mano, y la pone delante de mis ojos, para mostrarme cuan equivocado estoy. Sólo para mostrarle que no soy boludo, comento: -Tengo entendido que no pueden fumar mientras llevan pasajeros, ¿no?, a lo que contesta: -No sé; yo rendí la semana pasada para el carnet de conductor, y no me dijeron nada de eso. –Pero, en la ordenanza, ¿qué dice?, le pregunto. Y me responde: -No sé, nunca la leí.
Situación 2: Circulo en mi auto por Duarte Quirós. Llevo hechas seis cuadras por esa calle, de mano derecha, y sé que dos cuadras más adelante necesitaré doblar a la izquierda, en Vélez Sarsfield. Una cuadra antes de la maniobra, coloco el guiño a la izquierda. Lo hago desde mucha distancia antes, porque es una calle transitada y no me gusta encerrar a nadie. De todos modos, los autos ignoran mi señal lumínica y no me dan paso. Ya a veinte metros de la esquina, comienzo a cerrarme hacia la izquierda para abrirme paso lentamente y a la fuerza. Advierto por el espejo retrovisor un taxi que se acerca para adelantarme por la izquierda, por el pequeño espacio que va quedando entre mi auto y el cordón. El vehículo se acerca a tal velocidad, que decido dejar de cerrarme. El semáforo me corta el avance, y el taxi ocupa el pequeño espacio que queda entre mi auto y el cordón de la izquierda. La detención me permite quedar a la par del taxi, y hablar con el conductor. Disculpe –le digo- ¿Me va a dejar doblar? El señor, que al parecer no está teniendo un buen día, contesta ofuscado: -Claro, ¡ahora querés doblar! Me indigno. ¡Hace una cuadra tengo puesto el guiño!, le digo y escucho una respuesta irritante: -¡Te hubieras quedado de esa mano, cuando doblaste en la esquina anterior!. –¡¿Que?! ¡Hace como cinco cuadras que vengo por esta calle! ¡No doblé en ninguna esquina!- reprocho. Y él, muy seguro de lo que dice, retruca: -¡No me vas a joder a mí! ¡Te vengo mirando que doblaste en la esquina anterior! ¡Treinta años hace que ando manejando en la calle! ¡Qué me vas a venir a joder a mí!. Esta vez, no puedo contestarle; el tipo es un mentiroso tan grande, que es el primero que cree su mentira. ¿Qué se puede hacer contra eso?
“Profesionales del Volante” se hacen llamar. Que yo sepa, alguien es profesional por hacer correctamente su tarea, y no por hacerla muchas horas en el día. No voy a generalizar, porque hoy no escribí sobre aquellos choferes que entienden que no son los únicos que transitan por la calle, pero quiero insistir en algo que creo que tiene que quedar claro: La única forma de reclamar derechos es cumpliendo obligaciones. Y en la calle, somos todos iguales.
martes, mayo 19, 2009
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4 comentarios:
y como estas, mil historias más, nunca me voy a olvidar una vez que llovía a cántaros y los taxis pasaban de largoa mis señas y no porque llevaban pasajeros o iban a buscar a otros de mala leche no más.
Y hoy uno sentenciaba que no piensan retroceder un paso en su medida de fuerza porque están CONVENCIDOS que la cantidad de pasajeros está bien cubierta solo con los taxis, que de ninguna manera se van a unificar con los remises...hay que ser hijos de puta, no comen ni dejan comer...de terror, esta si que es ARGENTINA!
Aca no hay muchos taxis.. y los que hay no alcanzan.. Ademas, salen un ojo de la cara, asique a pata noma!-jaaja
Un abrazo juampy. Te hice promocion en Facebook
Guille
A ver si le pones pilas vos eh!!!
Es momento de apretar F5 y q cambie algo en este blog che!
Abrazo querido
Quattro Passi per una vita di successo:breitling bentley
1, solitaria durata nel tempo; 2, resistere alla tentazione, 3, sanno dare,buy cartier
4, imparare a scegliere
Hanno detto che la rete era falso, ho riso, come se la realtà è davvero la stessa
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