¿Cuán mal está que un empleado municipal reclame un mejor salario? La pregunta me rondaba la cabeza mientras cruzaba la plaza de la intendencia y esquivaba gente, mucha gente, que se amontonaba frente a la municipalidad. Gente grande, gente joven, choripaneros haciendo su negocio, vendedores de bebidas. Algunos con cara de cansancio, de resignación. Otros, con una expresión indiferente a lo que por estos días le está ocurriendo a nuestra ciudad y de lo que en gran medida son responsables. Es lógico: está muy bien reclamar un mejor salario. Está muy bien cuando el mismo es merecido y ganado con esfuerzo. Ahí fue que tuve el primer golpe en la cabeza. Algo desentonó en esa última frase; “ganado con esfuerzo”, repetí, y recordé las largas filas para hacer aquel trámite que esa sola señorita no alcanzaba a atender, mientras detrás de las mamparas al menos cinco personas tomaban mates con criollitos. Traté de pensar por un momento sólo en las personas como aquella mujercita que no recibió un solo mate y mucho menos un criollo, porque directamente no le daba el tiempo para alimentarse y hacer su trabajo al mismo tiempo. Pensé en ella y en muchos como ella. Pensé en la protesta, que de a poco se volvía justa si me centraba en esa gente. Continué caminando, recordando las imágenes del noticiero. Los “piquetes” por barrio Observatorio que complicaron la vida de todos los vecinos que son los que pagan los sueldos de los empleados municipales. Pensé además en los árboles destrozados e incendiados. En la vuelta a mi casa aquel día, cuando cansado, tuve que inventar un gran rodeo para llegar. “Tienen derecho al reclamo”, había pensado, a lo que me contesté: “y eso, ¿quita mi derecho a vivir?”. El reclamo seguía siendo legítimo, aunque ya se volvía algo ilegal. Pero algo me despertó una inquietud. Pensé en el aumento de haberes y el consumismo. ¿Para qué sirve un poco más de dinero en el bolsillo? Alimentación, vestimenta, educación, etc. etc. ¿Y todas esas cosas, no las tenían ya los trabajadores? Si observamos el sueldo de un empleado municipal, podemos advertir que en mayor o menor medida esas necesidades se pueden cubrir. Obviamente, y al igual que a mi, la vida no se nos termina en necesidades básicas. El problema, creo, pasa por otro lado. Porque sea lo que sea que se aumente, uno siempre vive “al límite”. Y se me ocurrió por un momento pensar en el consumo. En algo, como por ejemplo, telefonía. ¿Cuánta gente se movilizó para exigir que Movistar, Claro, Personal, Telecom, Telefónica, etc. no aumenten sus tarifas? Porque esa plata que todos queremos cobrar de más, se la lleva una telefónica. Y empecé a hacer memoria sobre la cantidad de empresas privadas de todos los rubros que aumentan. Y no sólo aumentan, sino que cada vez brindan servicios más deficientes. Entonces, mirando a los municipales frente al gobierno municipal, pensé en, por un momento, que los usuarios de Movistar nos movilicemos frente a su edificio. Y me imaginé qué pasaría si los destrozos que se hicieron por la ciudad se hicieran a las oficinas de una empresa, proporcionalmente a la cantidad de personas que se movilizan. Y si nos juntáramos y le exigiéramos al responsable real, creo que podríamos cambiar la historia. Pero ¿a donde está el problema? Las empresas privadas, el día que no tengan la libertad de meterle la mano en el bolsillo a la gente, levantan sus antenitas y se van. Y lamentablemente a nuestro pueblo le pesa más tener un celular que mantener la dignidad. Y si no, observen las manifestaciones de los municipales; todas las cosas que rompieron y los perjuicios que provocaron, al otro día tuvieron que pagarlos con los impuestos.
Sinceramente creo que hasta ese poder tienen las empresas privadas; el poder de enfrentarnos unos contra otros, mientras ellos continúan con su negocio. Creo que estamos equivocándonos de enemigo. El mismo que está logrando que nos apoyemos cada vez menos cuando vemos como nos quitamos el derecho a transitar, o nos inundan la ventana con el humo negro de una cubierta. La cosa no está bien. Exijamos a quien corresponde que es la única forma de alcanzar la justicia social. El poder está en nosotros.
jueves, agosto 06, 2009
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2 comentarios:
"Por el poder de Greiscol...Ya teeeeengo el poooder!!!"
Jejeje
Aguante He-man loco!!!
Hanno detto che la rete era falso, ho riso,Couple Watches
come se la realtà è davvero la stessa
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